viernes, 21 de abril de 2017

Niño que observa cómo la vida se aleja

Compañera,
sé que la vida es larga
y el invierno difícil.

Sé que mirarnos
se antoja complicado
cuando el mundo sigue
girando alrededor de nosotros.

No puedo decir nada
de lo que no hayamos hablado.

Te dejo con los veranos,
con la chispa encendida,
con las cervezas llenas
sobre la mesa de nuestra
imaginación.

Te dejo con los atardeceres,
con las miradas cruzadas,
con el estómago pidiendo
clemencia frente a esta
batalla.

No te espero,
te añoro.

Es mejor así, me digo.
Con las manos abiertas y
la felicidad de un niño.
Mientras tanto
me conformaré con observar
cómo te alejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario